Cerebro y salud mental
El cerebro, 85 mil millones de neuronas conectadas unas con otras, la última frontera del conocimiento, un nivel de complejidad difícil de imaginar, pero al mismo tiempo algo que todas las personas llevamos dentro, que aprendemos a utilizar desde que nacemos y que llevamos hasta que morimos. Somos nuestro cerebro, es lo que nos permite movernos, comunicarnos con otros cerebros, percibir el mundo que nos rodea, sentir placer, dolor, hambre o sed. El sitio donde reside la conciencia, los recuerdos.
Una sopa de sustancias químicas y actividad eléctrica en un delicado equilibrio en el que cualquier pequeño desajuste puede tener graves consecuencias. Enfermedades como la depresión, la ansiedad, los trastornos obsesivo compulsivos, los trastornos del sueño o de la alimentación, tienen su origen en alteraciones externas o internas (estrés, tóxicos, otras patologías, etc.) de ese medio interno.
Neurocientíficos, neurólogos, psiquiatras, etc., tienen retos apasionantes para los próximos años: tratar de comprender el funcionamiento del cerebro humano, prevenir posibles fallos y anticiparse o ser quién de repararlo cuando algo no funciona y, porque no, incluso de mejorarlo. Para eso cuentan con tecnología que ya permite interactuar directamente con el cerebro mientras piensa, siente, crea movimiento. Viendo como lo lace, pero también siendo quién de cambiar esas sensaciones, pensamientos o incluso de crearlos donde no hay.
Contenido elaborado por:
Juan Casto Rivadulla Fernández
Catedrático de Fisiología
CICA – Centro Interdisciplinar de Química y Biología
NEUROcom, Depto. de Fisioterapia, Medicina y Ciencias Biomédicas, Facultad Ciencias de la Salud de la Universidad de A Coruña
INIBIC – Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña