Inventada a principios del siglo XX por el físico escocés Charles Wilson, la cámara de niebla es un dispositivo que contiene vapor hipersaturado de isopropanol. Gracias a un gradiente de temperatura entre la parte inferior y superior, las moléculas del vapor son muy sensibles a las interacciones con partículas elementales cargadas, que al atravesar el medio de la cámara dejan tras de sí una estela condensada. Se recrea este sistema empleando un recipiente cilíndrico de borosilicato, un ventilador de ordenador, placas Peltier y una estructura de sellado impresa en 3D. Los objetivos, además de la fabricación de la cámara, son la identificación y estudio de los distintos fenómenos observables en la cámara y la divulgación de nuestro modelo en ferias y centros educativos.