Los productos feos que no se comercializan porque a la gente no les tienen buena pinta constituyen una gran cantidad de posible recursos alimentarios que están infrautilizados.
Se realizó una encuesta sobre la preferencia de los compradores a la hora de elegir sus frutas y verduras para evaluar si efectivamente existe esa preferencia hacia los productos con una serie de requerimientos estéticos (forma, color y tamaño).
Se buscó el porcentaje de productos que no se ajustan a las normas estéticas para diferentes frutas y verduras que crecen en cada cultivo y se evaluó su importancia frente al total.
Por último, se fomenta el consumo de estos productos realizando un mapa mediante una aplicación de ciencia ciudadana para localizar a aquellos comercios o productores en los que se pueden adquirir este tipo de productos.