Diseñamos este dispositivo mediante electrónica básica y lo construimos empleando elementos sencillos de bajo coste. Consideramos que nuestro dispositivo aporta las siguientes ventajas:
1.- Mejora la seguridad vial de los usuarios de vehículos como bicicletas, patinetes y triciclos, pues se activa sin necesidad de sacar las manos del manillar y el conductor puede comprobar si está marcando la dirección correcta o no.
2.- Es barato, fiable y duradero, fácil de instalar y de operar.
3.- Su uso no se limita a vehículos con manillar, sino también pueden usarlo esquiadores que transitan en fila o guías de grupos que caminan monte a través, buceadores, etc.
4.- Puede funcionar durante mucho tiempo -más de 200 horas- con pilas recargables. Su mantenimiento es mínimo.
Vivimos en una cultura consumista en la que aún no arraigó el modelo de desplazamiento basado en pequeños vehículos como las bicicletas (sobre todo donde es más interesante, en los pequeños desplazamientos urbanos). Este modelo permite ahorrar combustible, favorece la salud de los usuarios y puede ser un nodo productivo en una economía circular sostenible.
Creemos que el transporte mediante combustibles fósiles tiene los días contados, más si cabe con el aumento de precios que están experimentando. Por eso quisimos paliar -en la medida de nuestras posibilidades-, una carencia en seguridad que comparten bicicletas, patinetes, triciclos y otros: que no se venden con intermitentes ni luces de freno.
He ahí que nuestro aparato resulta funcional y bastante eficaz a efectos de señalización.